La Legislatura de Mendoza se convirtió en la primera del interior del país en abrir un espacio de reflexión sobre el uso de la inteligencia artificial en los procesos legislativos.
Con la presencia de la vicegobernadora Hebe Casado, el presidente provisional del Senado, Martín Kerchner, y el presidente de la Cámara de Diputados, Andrés Lombardi, se llevó a cabo en la Legislatura de Mendoza la jornada sobre “Inteligencia Artificial en los Parlamentos”, un evento inédito que posiciona a la provincia a la vanguardia en el debate sobre el uso de nuevas tecnologías en el ámbito legislativo.
En la apertura, Hebe Casado destacó que “los parlamentos deben ir en consonancia con lo que ocurre en el mundo, pero a la misma velocidad. Eso muchas veces no sucede. Siempre vamos atrás de la ola. Que hoy estemos reunidos aquí nos pone a la misma velocidad. Este tiene que ser el puntapié inicial para avanzar no solo en regulaciones, sino en educación y formación sobre inteligencia artificial”.
A su turno, Andrés Lombardi, enfatizó el rol histórico de la Legislatura mendocina como impulsora de innovaciones: “Fuimos la primera legislatura del país en sesionar durante la pandemia con un protocolo aprobado, la primera en sancionar una Ley en forma online, y ahora somos la primera del interior en abrir un espacio de reflexión sobre inteligencia artificial en los parlamentos”.
Remarcó que la implementación responsable de esta tecnología puede acelerar los procesos legislativos y mejorar la calidad de las leyes, indicando que “el uso correcto de la inteligencia artificial nos permitirá optimizar desde la redacción de normas hasta la búsqueda de legislación comparada. Pero también debemos ser responsables: el uso sin control puede desvirtuar realidades. Por eso, este debate es fundamental”.
Por su parte, Klaus Binner, de la Fundación Hanns Seidel, celebró la presentación de las directrices para el uso de estas tecnologías en los cuerpos legislativos. El documento —elaborado por un equipo técnico internacional compuesto por parlamentarios y expertos de 16 países— ofrece un marco ético y operativo con 40 recomendaciones agrupadas en seis sectores clave. Según expresó, estas orientaciones buscan garantizar que la incorporación de la inteligencia artificial en los procesos parlamentarios se realice con criterios de transparencia, rendición de cuentas y respeto por la autonomía humana.
Asimismo, destacó el apoyo de la Fundación Hanns Seidel en la traducción y diseño de la versión en español del documento, lo que permitirá su implementación en contextos hispanoparlantes. “La inteligencia artificial es un motor clave de la transformación digital de nuestra sociedad, y su impacto en los parlamentos será cada vez más significativo”, subrayó. La publicación aborda desde aplicaciones prácticas hasta los desafíos regulatorios que plantea esta tecnología, con el objetivo de fortalecer la democracia mediante parlamentos más eficientes, accesibles y conectados con los ciudadanos.
También Franklin De Vrieze, representante de la Westminster Foundation for Democracy , sostuvo que esta tecnología ofrece oportunidades concretas para mejorar la eficiencia, transparencia y calidad del trabajo legislativo. Señaló que ya existen aplicaciones activas en áreas como la transcripción y traducción de debates, el análisis automatizado de borradores legislativos, la recopilación y clasificación de comentarios ciudadanos y el uso de chatbots para mejorar la interacción con el público. Sin embargo, advirtió sobre los desafíos que plantea la llamada "brecha de los tiempos": la distancia entre el rápido avance tecnológico y la capacidad de los parlamentos para adaptar sus marcos normativos, estructuras internas y niveles de capacitación.
En ese sentido, celebró la publicación de una guía internacional con 40 directrices desarrolladas por expertos parlamentarios y tecnológicos de 16 países, que ofrece recomendaciones prácticas y éticas para la incorporación de la inteligencia artificial en los procesos legislativos. “Solo algunos parlamentos están utilizando estas herramientas, pero la presión por adaptarse crece rápidamente”, afirmó. Además, subrayó la importancia de establecer cuerpos de gobernanza específicos para la integración de estas tecnologías, con representación política, técnica y coordinación con el sector privado. Para De Vrieze, el éxito dependerá de contar con una visión estratégica clara y una gestión flexible que permita mitigar riesgos y maximizar beneficios en favor de una democracia más participativa y eficiente.
Celina Cantú, representante de la Universidad Austral, destacó el carácter global, interdisciplinario y colaborativo de la guía de directrices para el uso de inteligencia artificial en los parlamentos, publicada con la participación de expertos de 16 países e instituciones académicas, legislativas y multilaterales. Subrayó que la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral fue una de las impulsoras de la traducción al español, junto con la Fundación Hanns Seidel Argentina y expertos de las Cortes Generales de España, para acercar el documento a los más de 600 millones de hispanohablantes. "Desde la Universidad Austral estamos orgullosos de formar parte de este proyecto, que se alinea con nuestra misión de fortalecer la calidad institucional y la gestión pública", afirmó.
Cantú también puso en valor el enfoque ético y estratégico de las directrices, que ofrecen herramientas para integrar la inteligencia artificial en los parlamentos de manera responsable, fortaleciendo la transparencia, la participación y la confianza ciudadana. Remarcó que el alcance de la guía no se limita a los parlamentos nacionales, sino que abarca también las legislaturas provinciales, municipales y supranacionales, destacando el liderazgo de la Legislatura de Mendoza como pionera en el ámbito subnacional. Finalmente, celebró que la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral haya sido también precursora en la región con la primera diplomatura en Gobierno 5.0, centrada en inteligencia artificial, y adelantó la creación de un observatorio especializado en IA y parlamento en colaboración con el CIDEIP.
Tras los paneles, los encargados de dar cierre a la jornada fueron los Secretarios Legislativos de ambas Cámaras.
Por Diputados, Carolina Lettry reconoció la importancia de la IA en los procesos parlamentarios, destacando que "si hacemos un ejercicio todos tenemos IA en el celular". Se prioriza el desarrollo de herramientas que garanticen la seguridad y la ética en el uso de la IA, con la convicción de que no reemplazará a los humanos, sino que los complementará. La capacitación del personal y un "control serio sobre lo producido", son pilares fundamentales para los gestores de este producto.
En tanto, Lucas Faure, su par del Senado, abordó el “enorme desafío” que enfrentan los cargos de responsabilidad ante la brecha de adaptabilidad entre el sector público y el privado. Señaló que los ciudadanos están acostumbrados a respuestas más rápidas en el ámbito privado, lo que genera un "desgaste de la legitimidad del Estado". Para reducir esta brecha, consideró esenciales actividades como las que se están llevando a cabo en la Legislatura de Mendoza, que “avanza en la digitalización, ya no requiere papel para funcionar gracias a los expedientes digitales, y se encuentra en plena fase de diseño de su estrategia de IA”.
Con esta iniciativa, la Legislatura de Mendoza reafirma su compromiso con la innovación, la transparencia y la adaptación a los cambios tecnológicos que están transformando la gestión pública en todo el mundo.
Paneles
Ornella Vanzillota, Directora General de Relaciones Internacionales y Cooperación de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se explayó sobre una Guía de “Directrices para el uso de la Inteligencia Artificial en los Parlamentos”, un trabajo elaborado de manera cooperativa en la dependencia de la cual es parte. Comenzó su exposición con una frase: “La inteligencia artificial no sustituye al juicio humano; lo amplifica... cuando se gobierna con principios”, con lo cual sentó las bases respecto a los temas que profundizaría.
Entre algunos puntos, destacó que es importante contar con estas directrices ya que nos “proporciona un marco ético y técnico que permita a los parlamentos integrar Inteligencia Artificial de forma responsable, fortaleciendo la democracia y protegiendo derechos”.
Desarrolló, a continuación, las ideas que han llevado a trabajar del modo en que lo han hecho y cómo la Inteligencia Artificial (IA) innovó en diferentes espacios y aceleró procesos, pero siempre con la recomendación de la supervisión humana.
Para cerrar reflexionó en “qué grano de arena podemos aportar desde el lugar en el cual estemos, sea desde la Legislatura, desde el Gobierno, desde la Academia, la oportunidad de diálogo, la oportunidad de consenso, de establecer marcos regulatorios adecuados, de tener esos organismos de control que funcionen, la protección de los derechos humanos, la inclusión de las personas que están en inferioridad de condiciones. Todos necesitamos a alguien que nos ayude”. Agregó que hay que profundizar sobre “el rol de las organizaciones internacionales y de la sociedad civil, que también hacen una labor muy importante, y por supuesto de los think tanks”.
Seguidamente Mario Luna manifestó que “las nuevas tecnologías, entre ellas la IA, deben servir para la democracia y no distorsionar. Deben empoderar a los parlamentos y la población de políticas en las que estén inmersas la situación ciudadana y el desarrollo de capacidades, abordando la transparencia, las preocupaciones éticas y fomentando la capacitación de los recursos humanos”, como se expresa en la Guía.
A partir de su trabajo en el Congreso de la Nación, Luna indicó que “he visto mucho; muchos legisladores, muchos presidentes, y la verdad que es necesario empezar a dar una forma nueva a trabajar en la investigación. Tenemos las herramientas como para hacerlo”. En este sentido, remarcó que debemos conocer en profundidad y saber utilizar la IA, y que la misma nos colabore en potenciar las capacidades y aplicar a los espacios de recursos humanos entendiendo las capacidades humanas, capacitarnos y aplicar la IA para acelerar cualquier proceso.
A modo de conclusión, reseñó Luna el trabajo que se lleva a cabo en el Congreso de la Nación, (él es secretario de la comisión de Digesto Legislativo) y que la IA ayudaría muchísimo a legisladores e incluso a la Justicia porque muchas consultas que reciben se relacionan con la vigencia de las leyes, por ejemplo, y la IA en sí da estas respuestas, resume tiempos y orienta sobre qué es lo que se puede modificar. No obstante, llamó la atención sobre la supervisión humana respecto de la veracidad de las respuestas que ofrece la IA, y abogó por la capacitación al personal de las Legislaturas del país en estos temas.
A su turno, Juan de Dios Cincunegui, quien es experto en Derecho Administrativo, Planeamiento Estratégico, Gestión del Estado, Diplomacia y Parlamentos, además de profesor universitario; ahondó en la utilización de la IA en parlamentos y los contactos mantenidos con distintos expertos que han generado una red de personas especializadas en estos temas a nivel mundial, “son vanguardistas”, indicó.
Seguidamente, le dio paso a otros expositores conectados vía Zoom, quienes ahondaron en diferentes conceptos desde distintas aristas. Fotis Fitsilis, Dimitris Korytzis, y Luis Kimaid se sucedieron en las exposiciones.
En primer término Luis Kimaid de la organización Bússola Tech, dedicada a estos debates en parlamentos y legislaturas subnacionales, explicó que la organización a la que pertenece “trabaja en la promoción de la digitalización y transformación. Promovemos diálogos y comunicación entre las legislaturas y parlamentos a nivel nacional y subnacional”. Subrayó que “creemos que debemos focalizarnos en mejorar la eficiencia, la apertura y la resiliencia del proceso tecnológico. Una estrategia de modernización debe estar presente en la digitalización y en los procesos parlamentarios”.
Sostuvo, asimismo, que “el uso de la inteligencia artificial en los parlamentos debe contribuir a los objetivos y principios definidos en la estrategia de modernización. Es nuestra visión que la estrategia de inteligencia artificial debe ser una subestrategia dentro de las metas de modernización de las instituciones”. Para ello, desde la organización para la que trabaja, se han delineado 10 principios para la inclusión de la IA en los parlamentos.
Se destacan entre esos principios “el equilibrio entre tradición e innovación; garantizar la confiabilidad de la información generada por IA; maximizar la eficiencia operativa; el fortalecimiento de los principios legislativos; la supervisión humana y la integración de la IA con objetivos; entre otros.
Sobre las conclusiones indicó Kimaid que “una estrategia de modernización bien estructurada puede mejorar significativamente los servicios parlamentarios al aumentar la eficiencia, la transparencia y la participación pública”. A su vez, agregó que “la medición de los impactos de la modernización legislativa debe implicar una evaluación exhaustiva de las implicaciones para los principios parlamentarios, con especial atención a la eficiencia operativa y la gobernanza”.
A su turno, Dimitris Korytzis (Grecia) contó las experiencias europeas mantenidas con la utilización de inteligencia artificial. Indicó que “no tenemos muchos proyectos de inteligencia artificial aquí en Grecia, tenemos solo algunos dando apoyo al Parlamento”.
Aseguró que lo que emplean “brinda sostén al sistema y en cuanto a seguridad del Parlamento Helénico y sus sistemas. Tenemos también una plataforma de transcripción que usa las minutas y los discursos de todos los comités y de todas las sesiones plenarias; es un sistema que ha funcionado por años ya y que llamamos Dimostenis. De la Antigua Grecia, Dimostenis, que era el editor en la Antigua Grecia”.
Korytzis planteó si es propicio utilizar a diario IA para la elaboración de los materiales de los parlamentos, es decir, si es posible la utilización diaria y en todos los ámbitos parlamentarios de la IA, analizando específicamente qué ventajas y desventajas se presentan. Aseguró que “Grecia y otros países en Europa tienen muchos sistemas pero no los usamos en forma diaria en nuestro trabajo, en nuestros proyectos. No hemos introducido algo en el día a día del Parlamento. No veo una conexión real entre los equipos de investigación, el sector privado y los parlamentos”, sintetizó.
Finalmente, Fotis Fotsilis (líder de documentación en el Parlamento Helénico), comentó que “la información parlamentaria es la herramienta de la inteligencia artificial. Es el oro, digamos. Es el oro que estamos moldeando en los parlamentos. Y detrás de esto está la tecnología que tiene un gran potencial. Uno de ellos es para cambiar la sociedad”.
Remarcó que “el Parlamento es nuestra base para la gobernanza”, pero “la inteligencia artificial es muy importante, va a cambiar a la sociedad y también va a cambiar a los parlamentos por definición”. Ante ello, se preguntó si hay que sentarse a esperar para ver los cambios o si debemos activamente cambiar y utilizar estas tecnologías para cambiar nuestros parlamentos y adaptarnos a lo que nos trae el futuro”.
Sobre el cambio tecnológico y los avances, aseguró que la iniciativa que han tenido desde el parlamento helénico es el análisis de los cambios en la última década. “Por estudios empíricos, estudios de parlamentos reales bajo estos cambios, nos dimos cuenta de que virtualmente todos los parlamentos que intentan involucrar este tipo de tecnologías para cambiar sus estructuras han seguido más o menos los mismos pasos”, mencionando entre ellos la importancia de tener una estrategia, una priorización de las ideas para el cambio, la adaptabilidad y la supervisión humana entre ellas. Finalizó aconsejando que se construyan equipos inclusivos con participación de todos los sectores (políticos, civiles, etcétera), subrayando que la gobernanza de la IA debe estar en las manos de los políticos pero esa misma IA es multinivel, por lo que debería haber colaboración de todas las partes.
Guía
La Guía Directrices para el Uso de la Inteligencia Artificial en los Parlamentos, describe la IA y la IA generativa, explicando por qué necesitamos directrices, los desafíos que plantean el uso de la IA en un entorno parlamentario y cómo se podría utilizar en los parlamentos.
En total, incluye 40 directrices cada una de ellas organizada en seis secciones, que abarcan una serie de cuestiones críticas como principios éticos; Inteligencia Artificial General (IAG); privacidad; gobernanza; diseño del sistema; desarrollo de capacidades.
“Estas directrices tienen como objetivo preparar a las instituciones representativas para la introducción y el uso de la IA en el ecosistema parlamentario”, explica la Guía, en la que se reconoce que “las directrices están abocadas a ser un trabajo en curso en un contexto tecnológico e institucional en constante cambio”.
No obstante, destaca que estas directrices “tienen el potencial de garantizar una regulación informada para empoderar a los parlamentos en la formulación de políticas, la gestión de la participación pública, el desarrollo de capacidades y más. Pueden ayudar a garantizar la integración responsable de la IA, abordando la transparencia y la ética en los procesos políticos y administrativos, fortaleciendo así la confianza pública y salvaguardando el interés público”. Además, pueden ayudar a alinear las herramientas y servicios de la IA con los principios democráticos y las necesidades de la sociedad. También “contribuyen significativamente al intercambio de mejores prácticas y conducta ética, apoyando en última instancia el crecimiento del conocimiento y la colaboración dentro de la comunidad parlamentaria”.
Qué es la Inteligencia Artificial Generativa
La inteligencia artificial generativa, denominada GenAI, “es capaz de generar nuevos contenidos a partir de lo que ya ha aprendido del material de entrenamiento. No se basa únicamente en la aleatoriedad, sino en patrones reconocidos y aprendidos para generar datos sintéticos”.
En ese sentido, la IA tiene el potencial de generar numerosos cambios positivos dentro del ecosistema parlamentario y es relevante para muchos tipos de servicios parlamentarios. Por ejemplo, subtitulado en directo de las intervenciones parlamentarias en las sesiones, sistemas de votación fiables en el pleno y en las comisiones, generación de contenidos para las intervenciones y preguntas escritas, apoyo en la recuperación de la información, análisis de proyectos legislativos para interacciones con otras regulaciones, recomendaciones sobre legislación basadas en lagunas, problemas y otras leyes relevantes identificadas, borradores de textos para su posterior procesamiento, mejor regulación e implementación de políticas en la era digital, entre otros.
“La implementación real de estas directrices en cualquier parlamento puede implicar varios pasos clave únicos. Estos casi con certeza deberían incluir la apertura de un debate interno y tal vez un debate público sobre el alcance, las prioridades y la naturaleza de la regulación. A esto podrían seguir consideraciones y acciones sobre el desarrollo de estrategias, la priorización y la implementación técnica, sin descuidar ningún aspecto de gobernanza. Estos pasos pueden requerir un cambio cultural, ya que implica transformar los procedimientos y procesos existentes para dar cabida a las tecnologías de IA”, subraya el documento.