Integrantes de la comisión de Turismo y Deportes, que preside Gisela Valdez (UCR), prosiguió con el análisis de una iniciativa de César Cattaneo (UCR), que participó de la reunión, referida a regular la formación y el ejercicio de la profesión de Guardavidas en la Provincia de Mendoza. Para avanzar en su estudio, los legisladores recibieron además a representantes de esta profesión, instructores egresadas de la Universidad Juan A. Maza, y el director de Alto Rendimiento Deportivo (Subsecretaría de Deportes), Mauricio Ginestar.
El objetivo principal de este proyecto es establecer pautas normativas innovadoras para el ejercicio de la profesión, con matriculaciones habilitantes; y a su vez, establecer requisitos de habilitación, condiciones laborales y obligaciones en espejos de agua y natatorios cerrados y/o abiertos, públicos o privados.
La iniciativa dispone la obligatoriedad de la presencia de guardavidas, sea la actividad de nado de carácter recreativo o deportivo, exigencia que abarca tanto a instituciones públicas como privadas, “independientemente de que operen con o sin fines de lucro, siempre que sus instalaciones estén habilitadas”.
Además, propone la creación de un Registro Provincial de Guardavidas, el que deberá estar digitalizado y de acceso público en las plataformas correspondientes de la autoridad de aplicación, se renovará anualmente, y se deberá otorgar un comprobante de renovación al titular del registro.
Asimismo, establece que quien se desempeñe como guardavidas debe cumplir con una serie de requisitos para acceder al Registro, tales como ser mayor de edad; poseer título de guardavidas, expedido por instituciones nacionales o provinciales - de carácter público o privado - registradas y reconocidas por el Ministerio de Educación, Cultura, Infancias y DGE (o el que lo reemplace); no registrar sanciones que lo inhabiliten para el desempeño de la función; certificado de antecedentes penales, y tener aprobadas las pruebas de suficiencia, exigidas anualmente por la autoridad de aplicación, de acuerdo a las disposiciones vigentes.
Entre sus obligaciones se encuentran la prevención de accidentes que pongan en riesgo la integridad física de las personas; orientar y dar seguridad; atender situaciones de emergencia, dando el correspondiente aviso a las autoridades sanitarias o con competencia en materia de seguridad; ejecutar técnicas de rescate acuático necesarias para llegar hasta la víctima, estabilizarla y sacarla de la condición de peligro, sin poner en riesgo su vida ni la de otras personas, cumpliendo los protocolos de salvamento acuático actualizado.
A su vez, suministrar los primeros auxilios de emergencia necesarios para mantener la vida de la víctima hasta que llegue la asistencia especializada; vigilar las zonas de su área de responsabilidad e informar sobre los peligros para la salud, la seguridad y el bienestar propio, del público a su cargo, y colaborar con la protección del ambiente acuático, su flora y fauna; además, cada Guardavidas deberá contar con un Libro de Aguas personal e intransferible, en el cual debe llevar el registro de las tareas y acontecimientos durante el desarrollo su labor, entre otros.
Durante la reunión, el diputado Cattaneo comentó que “ha sido un proceso de construcción de una política pública de manera colaborativa. Pudimos compartir con varios de los aquí presentes el proyecto desde el inicio; y esto es una necesidad de un sector que lo reclama y una comunidad que lo necesita”.
El propio legislador, en los fundamentos de su proyecto, manifiesta que lo fundamental es “establecer pautas normativas innovadoras y modernas para el ejercicio de la profesión de guardavidas”, ponderando las “características climáticas naturales de nuestra provincia” que “atraen turistas, como también personas locales, que buscan ámbitos de recreación en las épocas estivales, período en el cual el ejercicio de la profesión de guardavidas cobra mayor relevancia”.
A su vez, destaca al guardavida como “un agente profesional capacitado para prevenir, supervisar y asistir en situaciones de riesgo acuático, brindando rescate y primeros auxilios”, y por lo tanto, “dada la importancia de su labor (…) que puede significar la diferencia entre la vida y la muerte, es fundamental contar con un marco jurídico local que regule sus responsabilidades y proteja sus derechos laborales”.
La titular de la comisión, Gisela Valdez, remarcó que “estamos muy comprometidos con este proyecto, nos parece importante. El gobierno de la provincia, quiere tener legislado y resguardado el ejercicio de esta profesión; ustedes son parte en el desarrollo de este proyecto”. Aclaró que a la iniciativa se le acumulan otros proyectos en el mismo sentido y que si bien está basado en la Ley nacional 27.155, “tiene características especiales porque en nuestra provincia la geografía y climatología es especial, y más en lo que tiene que ver con los espejos de agua. Los guardavidas tienen características esenciales en la provincia de Mendoza”, fundamentalmente, por sus características territoriales.
A su turno, Mauricio Ginestar subrayó el “trabajo en conjunto” e indicó que coinciden en que “este es un trámite urgente” y “tenemos la voluntad y el diálogo de todos los sectores para hacer un proyecto que sea viable. Esperemos que se logre”.
Por su parte, quienes se desempeñan como guardavidas concordaron en que “hoy en día la sociedad necesita la presencia del guardavidas en cualquier medio acuático, y obviamente ese guardavidas, debe ser legítimo, responsable y con las titulaciones que corresponda”. Agregaron que en términos de estadísticas, pudieron disminuir con su presencia la cantidad de ahogamientos a orillas de los ríos, y puntualizaron en la capacitación y formación que poseen, más los esfuerzos propios que realizan para tener presencia en determinados lugares donde la gente practica nado o acude por recreación.
“En la provincia hay un altísimo nivel en materia de socorrismo”, subrayaron; y con esta propuesta de legislación “se abrirán puestos laborales y se va a poder regular a las personas que trabajan en la profesión”. En el mismo sentido, puntualizaron sobre la necesidad de esta legislación por la cantidad de piletas y natatorios que existen en la provincia, indicando que “el salvamento acuático es importante y esto nos va a venir bien para controlar, fiscalizar. La persona que se desempeña como guardavida, debe estar atento y debe estar preparado”.
Finalmente, indicaron que “el éxito de esto tiene que ser la prevención”, subrayando que “el guardavidas es un educador social. La cultura del agua es lo que le inculcamos a la gente”. Desde la comisión manifestaron que, salvo algunos agregados en lo formal, hay consenso sobre la letra del proyecto y que se profundizará en el mismo en los próximos encuentros para poder generarle despacho y que sea tratado en el recinto.