Integrantes de las comisiones de Ambiente y Recursos Hídricos, y de Obras Públicas, Urbanismo y Vivienda, que presiden Gabriel Vilche (Unión PRO) y Rolando Scanio (LUM), respectivamente; recibieron de manera conjunta a Sergio Marinelli, Superintendente General de Irrigación, y a Federico Liseno, Director de Planificación Hídrica de esa dependencia, más colaboradores de la cartera, para trabajar y profundizar sobre el Plan Hídrico Provincial, fundamentalmente.
Apoyado en filminas, Marinelli puntualizó sobre la metodología de trabajo y los estudios que llevan a cabo, junto a la exposición de las estrategias para lograr un mejor aprovechamiento del vital recurso natural. “Se piensa en una política de Estado para los próximos 25 años, y que el cambio climático no nos afecte ni en la actividad económica, ni en la social, ni en la ambiental”, destacó.
El funcionario explicó que las herramientas para la gestión futura del agua se basan en distintos pilares constituidos por una dimensión estratégica que contiene el Plan Maestro 2030/2040/2050 más el Plan Hídrico Provincial y el Plan por cuenca; a ello se suma la dimensión operativa que supone fondos de resarcimiento y financiamiento internacional; participando luego una dimensión financiera que contiene el Código de Aguas.
El plan se basa en seis ejes de gestión: oferta, demanda, disponibilidad, sostenibilidad ambiental, educación y gobernanza, subrayó, y manifestó que Mendoza tiene un sistema de irrigación históricamente diseñado para uso agrícola, pero que las transformaciones urbanas han generado nuevas demandas.
El funcionario explicó que Irrigación es el “actor mayorista” en la administración hídrica provincial que tiene a diques, embalses y canales principales bajo su órbita, definiendo además las acciones sobre la conducción, distribución y usos. También hay actores minoristas en esta administración que son las inspecciones de cauce y asociaciones que administran el recurso hídrico para el uso agrícola, AySAM que realiza lo propio con el agua de uso poblacional; y los municipios que administran el uso público.
Sobre el Plan Hídrico, sostuvo que la gestión del agua debe ser planificada a largo plazo, se debe considerar la oferta, la disponibilidad, qué demanda hay, distintos aspectos económicos y financieros, como así también poder implementar una eficiente gobernanza y educación del cuidado del recurso como así también de los cambios culturales necesarios por la utilización de acuerdo a los usos y costumbres.
Asimismo, aseguró que se ha trabajado para reunir en un solo escrito todo lo referido a la gestión del agua sobre la base de lo que expresa la Constitución de la Provincia de Mendoza, las distintas legislaciones y reglamentaciones provinciales sobre el recurso hídrico más los anteriores intentos realizados en gestiones pasadas, en las que en la mayoría de sus días, no atravesaron sequías tan extensas como las afrontadas en los últimos años.
"Tenemos una primera etapa cumplida, que fue el plan maestro, que se hizo con un aporte metodológico" de especialistas, que "nos da las brechas que vamos a tener en el futuro, la disminución en la oferta de agua, el aumento de la demanda, o sea, cuánta agua nos va a faltar" entendiendo "que va a ser mayor la cantidad que nos falte, si no hacemos nada. Y también nos muestra ese documento, ese conjunto de documentos, qué podemos o qué debemos hacer para que las brechas sean menores, con distintos caminos, distintas alternativas, cuánto cuesta hacerlo, qué inversiones hay que realizar", explicó.
En este sentido, puntualizó que "ahora estamos en una segunda etapa, que es la confección ya del Plan Hídrico Provincial, que ese fue un master plan. Ahora vamos al plan concreto, que va a tener, digamos, la direccionalidad que debe tener la provincia en general, para poder hacer un diagnóstico mucho más afianzado que el plan maestro, mucho más fino, con directrices concretas para toda la provincia y con línea de acción. Y en paralelo estamos trabajando, algunas van adelante, otras después, lo que son los planes específicos por cuenca".
A su vez, el funcionario puso el acento en la gestión del recurso, en la infraestructura, en las posibilidades de obtener financiamiento para inversiones futuras con la mirada puesta en los años venideros, en la profundización sobre la legislación prevista para el futuro, y en la importancia de la medición tanto del recurso disponible como en el gasto que se realiza del mismo. “Medir es fundamental, para una gestión equitativa y eficiente”, remarcó el funcionario y agregó que la búsqueda esencial es la transparencia en el manejo del recurso tanto en calidad como en cantidad, además de que el objetivo es que la información “esté disponible para todos”. También resaltó legislación referida al uso de aguas subterráneas.
Entre algunos de los puntos que remarcó, uno fue “el financiamiento para el desarrollo”, y la redacción de un “Código de Aguas”, una herramienta sustancial “que tuvo un proceso participativo intensísimo y a lo largo de todo el territorio mendocino, a la que se le han incluido objeciones que realizaron algunos productores”. A su vez, tuvo “una metodología abierta de participación, estuvo más de tres meses en la web, todos pudieron opinar”, señaló sobre el Código, manifestando que “han participado todos los organismos de investigación, todas las universidades, la comunidad Huarpe, y los actores del sistema en toda la provincia”.
Sobre el final, señaló Marinelli que el Plan Hídrico tiene su basamento en la situación actual de los recursos hídricos, las proyecciones de oferta y demanda que han podido realizar por los estudios con distintas mediciones realizadas, los balances hídricos prospectivos, distintos estudios económicos y las propuesta de medidas para garantizar la disponibilidad de agua en el futuro.
Todo confluye en la necesidad de “medición” como remarcó el funcionario, quien destacó la importancia de contar de manera previsible, sustentable y sostenible del recurso hídrico, planificar el trabajo con el servicio público de manera eficiente, y considerar el cambio climático para el largo plazo. También, tomar en cuenta los usos y costumbres, y los cambios a nivel cultural que hay que realizar para una administración óptima de acuerdo a la disponibilidad de agua que haya según el año y de acuerdo a la afectación climática.
A su vez, en este contexto referido a la medición, Marinelli enfatizó en la importancia de mejorar la medición del consumo de agua. Afirmó que el organismo mide la disponibilidad “en la montaña, en la entrada de los embalses, a la salida de los embalses, en la cabeza del irrigador, y en la salida del irrigador”, todo también en función de que se realicen esas mediciones en los lugares a los que llega el riego. Aclaró que se está capacitando a tomeros y a todos los actores involucrados, y que se ha incorporado software y elementos tecnológicos para mejorar la prestación.
Federico Liseno, Director de Planificación Hídrica y quien se encuentra en el diseño del Plan Hídrico Provincial se explayó también sobre el Código de Aguas. Aseguró Liseno que el objeto principal ha sido “mejorar la gestión integral y sostenible del recurso hídrico en todo el territorio de la provincia”, lo cual incluye “las zonas no irrigadas y las bases productivas, y abarcando todos los usos del agua”.
Remarcó que todos los documentos elaborados se encuentran disponibles para su consulta en la página web del Departamento General de Irrigación y consignan en ellos las etapas pre diseñadas a medida que se profundizaba en el estudio de las propuestas tomando en cuenta todas las aristas que temas como este alcanza (desde inversiones, previsibilidad hídrica, infraestructura, avance de cultivos, qué tipo de cultivos, zonas no irrigadas, etcétera).
Con respecto al impacto del cambio climático en la provincia, y de acuerdo a los estudios realizados, Liseno indicó que “por su efecto, básicamente, en el futuro tendremos menos disponibilidad hídrica”. Agregó que se han previsto distintos escenarios para los años venideros y que, en términos generales, “en promedio para el 2050, habrá una reducción de la oferta (recurso hídrico) a nivel de todo el territorio provincial del orden del 17%, con cuencas más afectadas y cuencas menos afectadas”. Introdujo, asimismo, un concepto novedoso que es el que menciona como “concepto de agua sostenible, con un mayor nivel de confiabilidad al sistema y mayor certeza al sistema productivo para una mejor planificación puertas adentro”.